Cómo Empezó Todo
Todo comenzó en mi cocina, un domingo por la noche de enero de 2019. Tenía facturas esparcidas por toda la mesa y una calculadora que había visto mejores días. Mi esposa Elena me preguntó por qué siempre llegábamos justos a fin de mes, a pesar de tener ingresos decentes.
La respuesta me golpeó como un rayo: no teníamos ni idea de dónde se iba realmente nuestro dinero cada semana. Comprábamos café aquí, una revista allá, comida para llevar cuando no teníamos ganas de cocinar. Pequeños gastos que sumados se convertían en montañas.
"El problema no era cuánto ganábamos, sino cómo no sabíamos controlarlo semana a semana."